La proliferación del teletrabajo y la conectividad ha hecho necesario establecer mecanismos que protejan el derecho de los trabajadores a desconectar de sus obligaciones laborales fuera de su horario de trabajo. El derecho a la desconexión digital en España se encuentra recogido en la Ley Orgánica 3/2018, de Protección de Datos Personales y Garantía de los Derechos Digitales (LOPD-GDD). En su artículo 88, se establece expresamente que los trabajadores “tendrán derecho a la desconexión digital a fin de garantizar, fuera del tiempo de trabajo legal o convencionalmente establecido, el respeto de su tiempo de descanso, permisos y vacaciones, así como de su intimidad personal y familiar”.

¿Qué es la desconexión digital?

El Parlamento Europeo considera la desconexión digital como “el hecho de no realizar actividades o comunicaciones relacionadas con el trabajo por medio de herramientas digitales, directa o indirectamente, fuera del tiempo de trabajo”.

Sin embargo, el derecho a la desconexión no encuentra su motivo únicamente en la conciliación familiar, sino también en la salud del trabajador. Según el Ministerio de Trabajo, la desconexión digital contribuye eficazmente a la seguridad y salud del trabajador, pues la sobreexposición a la tecnología afecta a la salud mental, musculoesquelética y cardiovascular, entre otras afecciones.

Aplicación del derecho a la desconexión digital

Cada empresa debe establecer procedimientos para el ejercicio de este derecho, atendiendo a la naturaleza y objeto de la relación laboral, con la finalidad de fomentar la conciliación laboral y la vida personal y familiar. Para ello, las organizaciones deben sujetarse a lo establecido en la negociación colectiva o, en su defecto, a lo acordado con los representantes de los trabajadores.

La Política interna de desconexión digital debe recoger las normas corporativas que velarán por este derecho y por el cumplimiento de la normativa. Dentro de los procedimientos que pueden aplicar las empresas para fomentar el derecho a la desconexión digital, se encuentran los siguientes:

1. Definición clara de las franjas horarias de disponibilidad: Es fundamental que los trabajadores sepan en qué momentos pueden ser contactados y cuándo no tienen obligación de responder.
2. Elaboración de protocolos internos: Las empresas deben desarrollar políticas de desconexión digital que regulen el uso de herramientas de comunicación fuera del horario laboral.
3. Concienciación: es recomendable que los empleados y directivos reciban formación sobre la importancia del derecho a la desconexión para prevenir riesgos derivados de la sobrexposición a los dispositivos electrónicos.
4. Medidas tecnológicas: la empresa puede, además, implementar sistemas que limiten el envío de correos electrónicos o mensajes fuera del horario de trabajo.

Obligatoriedad del protocolo de desconexión digital

Todas las empresas, independientemente de su tamaño, deben establecer un protocolo de desconexión digital. Sin embargo, la obligación es especialmente relevante en aquellas organizaciones con representación legal de los trabajadores, donde la normativa exige la negociación y consenso con los representantes sindicales.

Para garantizar su cumplimiento, la empresa debe informar a todos los trabajadores sobre la existencia del protocolo y sus contenidos.

El derecho a la desconexión digital es una garantía fundamental para proteger la salud y el bienestar de los trabajadores. La LOPD-GDD ha establecido el marco jurídico de este derecho, exigiendo a las empresas que adopten medidas efectivas para su cumplimiento.

Si tu empresa aún no ha implementado una política de desconexión digital o necesita adaptarla a la normativa vigente, es fundamental actuar cuanto antes para cumplir con la LOPD-GDD y proteger el bienestar de tus trabajadores. En Microlab, te asesoramos en la redacción e implantación del protocolo de desconexión digital, ajustado a la actividad de tu organización y en línea con los requisitos legales y las buenas prácticas laborales.

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