
Programa Kit Digital
Programa de ayudas para la Digitalización de Pymes y autónomos
Una iniciativa del Gobierno de España que ha puesto en marcha el Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital para impulsar la digitalización de pymes y autónomos.
Si tu negocio forma parte de una pequeña empresa, microempresa o eres un trabajador autónomo de cualquier sector o tipología de negocio puedes acceder a estas ayudas. Solicita tu bono kit digital e inicia la digitalización de tu negocio con la ayuda de Microlab.
Últimas noticias
¿Cuál es la diferencia entre términos y condiciones y política de privacidad?
En el entorno digital actual, cualquier página web, tienda online o aplicación móvil debe contar con documentos legales que protejan tanto a la empresa como a sus usuarios. Entre los más importantes se encuentran los términos y condiciones y la política de privacidad, pero no siempre queda claro en qué se diferencian y por qué cada uno es imprescindible.
En Microlab Hard te explicamos las diferencias clave, su importancia legal y cómo garantizar que tu web cumpla con la normativa vigente.
Términos y condiciones: qué son y para qué sirven
Los términos y condiciones (también llamados términos de uso o condiciones de servicio) son un conjunto de reglas que regulan la relación entre la empresa y los usuarios que utilizan su web, app o servicio online. En otras palabras, establecen lo que está permitido y lo que no dentro del uso de la plataforma.
Algunos puntos que suelen incluir los términos y condiciones son:
- Uso permitido: qué acciones pueden realizar los usuarios y cuáles están prohibidas.
- Propiedad intelectual: derechos sobre textos, imágenes, logos, software y otros contenidos.
- Responsabilidades y limitaciones: situaciones en las que la empresa no se hace responsable de determinados daños o pérdidas.
- Procedimiento de resolución de conflictos: cómo se resolverán disputas o reclamaciones relacionadas con el servicio.
- Condiciones de pago o suscripción: cuando aplica, incluye precios, plazos y política de reembolsos.
El objetivo principal de los términos y condiciones es proteger a la empresa frente a posibles reclamaciones y establecer un marco claro de uso que los usuarios aceptan al interactuar con la web o la app.
Beneficios de tener términos y condiciones claros
Contar con términos y condiciones bien redactados ayuda a:
- Prevenir malentendidos con los usuarios.
- Evitar conflictos legales que puedan derivar en demandas.
- Establecer reglas claras sobre uso de contenido, propiedad intelectual y servicios.
- Proteger la reputación de la empresa al mostrar transparencia y profesionalismo.
Política de privacidad: qué es y por qué es esencial
Por otro lado, la política de privacidad se centra en la protección de los datos personales de los usuarios. Su objetivo es informar de manera clara sobre cómo se recogen, utilizan, almacenan y protegen los datos que los usuarios facilitan al interactuar con la web o la app.
Entre los aspectos que suele cubrir una política de privacidad destacan:
- Datos recopilados: qué información personal se solicita (nombre, correo electrónico, dirección, datos de pago, etc.).
- Finalidad del tratamiento: para qué se usan los datos (envío de boletines, gestión de pedidos, análisis estadístico, etc.).
- Base legal: consentimiento del usuario o cumplimiento de obligaciones legales.
- Destinatarios: si los datos se comparten con terceros y bajo qué condiciones.
- Derechos de los usuarios: cómo pueden acceder, rectificar, borrar o limitar el tratamiento de sus datos.
- Medidas de seguridad: cómo se protegen los datos frente a accesos no autorizados o pérdidas.
La política de privacidad no solo es una obligación legal bajo el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) en Europa, sino que también genera confianza en los usuarios y protege a la empresa frente a sanciones.
Diferencias clave entre términos y condiciones y política de privacidad
Aunque ambos documentos son esenciales para cualquier sitio web, su finalidad y contenido son distintos:
- Objetivo:
- Términos y condiciones: regular la relación y responsabilidades entre usuario y empresa.
- Política de privacidad: informar sobre el tratamiento de datos personales y garantizar su protección.
- Contenido:
- Términos y condiciones: normas de uso, propiedad intelectual, limitación de responsabilidad, pagos y suscripciones.
- Política de privacidad: tipos de datos recogidos, finalidad, almacenamiento, destinatarios y derechos de los usuarios.
- Obligatoriedad legal:
- Términos y condiciones: no siempre son obligatorios, pero son altamente recomendables para proteger a la empresa.
- Política de privacidad: obligatoria por ley, RGPD y LSSI para cualquier web o app que recoja datos personales.
Cómo implementar correctamente estos documentos
Tener los textos redactados no es suficiente: deben estar visibles y accesibles desde cualquier página del sitio web, generalmente a través de enlaces en el footer. Además, es recomendable que los usuarios acepten explícitamente los términos y condiciones antes de registrarse, comprar o suscribirse a un servicio.
En cuanto a la política de privacidad, es importante incluir mecanismos que permitan a los usuarios ejercer sus derechos de acceso, rectificación, cancelación y oposición (ARCO). También hay que revisar periódicamente el documento para adaptarlo a cambios legales o en la operativa de la web.
Riesgos de no contar con estos documentos
Ignorar la redacción y publicación de términos y condiciones y política de privacidad puede traer consecuencias serias:
- Sanciones legales: incumplir el RGPD puede acarrear multas de miles a cientos de miles de euros.
- Reclamaciones de usuarios: sin reglas claras, los conflictos son más difíciles de resolver.
- Pérdida de confianza: los usuarios valoran la transparencia; una web sin política de privacidad genera desconfianza.
- Problemas de propiedad intelectual: sin términos y condiciones claros, es más difícil proteger el contenido de la web.
Por qué elegir a Microlab Hard para proteger tu web
En Microlab Hard somos especialistas en derecho digital, cumplimiento normativo y protección de datos. Nuestro equipo puede ayudarte a:
- Redactar términos y condiciones adaptados a tu negocio y tipo de servicio.
- Elaborar una política de privacidad completa y en cumplimiento con el RGPD y la LSSI.
- Revisar y actualizar documentos existentes para garantizar que cumplan la normativa vigente.
- Implementar mecanismos de aceptación de usuarios y gestión de derechos ARCO.
Con nuestra ayuda, podrás asegurarte de que tu web no solo cumple con la ley, sino que también genera confianza y protege tu negocio frente a posibles conflictos legales.
No dejes que la falta de documentación legal ponga en riesgo tu página web o negocio online. Contáctanos y te ayudaremos a implementar términos y condiciones y política de privacidad clara, completa y efectiva.
¿Es obligatorio cumplir la Ley de Protección de Datos?
En Microlab recibimos con frecuencia preguntas de empresas y profesionales que dudan sobre si realmente están obligados a cumplir con la Ley de Protección de Datos. Algunos piensan que solo afecta a las grandes compañías o a los negocios que manejan grandes bases de datos, mientras que otros creen que basta con instalar un antivirus o con avisar en la web de que se usan cookies.
La realidad es muy diferente: todas las personas y entidades que tratan datos personales están obligadas a cumplir con la normativa vigente en España, independientemente de su tamaño, sector o número de clientes. No importa si se trata de un despacho de abogados, una tienda online, un gimnasio, una peluquería, un colegio o un autónomo que ofrece servicios de formación.
El marco legal lo constituyen principalmente el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD), aplicable en toda la Unión Europea, y la Ley Orgánica 3/2018, de Protección de Datos Personales y garantía de los derechos digitales (LOPDGDD), que adapta el RGPD a la realidad española.
¿A quién afecta la normativa?
La Ley de Protección de Datos afecta a cualquier persona física o jurídica que realice un tratamiento de datos personales.
Por “datos personales” entendemos cualquier información que permita identificar a una persona, como, por ejemplo:
- Nombre y apellidos.
- DNI o NIE.
- Dirección postal o correo electrónico.
- Número de teléfono.
- Datos bancarios.
- Imágenes o grabaciones de voz.
- Direcciones IP o identificadores online.
En consecuencia, la obligación de cumplir con la normativa recae sobre:
- Empresas grandes y pequeñas: desde una multinacional hasta una pyme familiar.
- Profesionales autónomos: abogados, asesores, diseñadores, formadores, entrenadores personales, etc.
- Entidades sin ánimo de lucro: asociaciones culturales, ONGs, fundaciones.
- Administraciones públicas: ayuntamientos, universidades, colegios profesionales.
Incluso si únicamente gestionas una pequeña base de clientes o un listado de suscriptores en tu página web, estás tratando datos personales y, por tanto, debes cumplir con la ley.
¿Qué implica cumplir con la Ley de Protección de Datos?
Cumplir con la normativa no es solo un trámite, sino un conjunto de obligaciones que garantizan la privacidad y los derechos de las personas. Entre las más relevantes se encuentran:
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Principio de transparencia e información
Los interesados deben saber con claridad qué datos se recopilan, con qué finalidad, quién los gestiona, si se cederán a terceros y durante cuánto tiempo se conservarán.
Por ejemplo, en una tienda online debe informarse al cliente de que sus datos se utilizan para tramitar el pedido, emitir la factura y, en su caso, enviarle comunicaciones comerciales si lo autoriza.
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Consentimiento válido
El consentimiento para tratar datos debe ser libre, informado, específico e inequívoco. Desaparecen los consentimientos tácitos (como casillas premarcadas en formularios).
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Seguridad de los datos
Las empresas y profesionales deben aplicar medidas técnicas y organizativas adecuadas para garantizar la protección de datos contra accesos no autorizados, pérdidas o filtraciones. Esto puede incluir:
- Contraseñas robustas y cambiadas periódicamente.
- Copias de seguridad.
- Cifrado de la información sensible.
- Control de accesos dentro de la empresa.
-
Contratos con proveedores
Si un tercero accede a los datos (por ejemplo, una gestoría que tramita nóminas o una empresa de hosting que almacena la web), es obligatorio firmar un contrato de encargo de tratamiento que regule la relación.
-
Registro de actividades de tratamiento
Las organizaciones deben documentar qué datos manejan, con qué fines, cómo se almacenan y durante cuánto tiempo. Este registro sustituye a la antigua obligación de inscribir ficheros en la AEPD.
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Derechos de los interesados
Las personas tienen derecho a:
- Acceder a sus datos.
- Solicitar su rectificación o supresión.
- Limitar el tratamiento u oponerse al mismo.
- Solicitar la portabilidad de sus datos a otro proveedor.
Las empresas deben facilitar canales para atender estas solicitudes y responder en el plazo de un mes.
¿Qué ocurre si no se cumple con la normativa?
El incumplimiento puede tener consecuencias muy serias:
- Sanciones económicas: la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) puede imponer multas que, en función de la gravedad, alcanzan hasta 20 millones de euros o el 4 % de la facturación anual de la empresa. Aunque en la práctica, en pymes y autónomos suelen ser sanciones de miles de euros, siguen siendo cantidades muy relevantes.
- Daños reputacionales: una brecha de seguridad o una sanción pública puede afectar gravemente a la imagen de una empresa.
- Responsabilidades legales: en algunos casos, el mal uso de los datos puede dar lugar a reclamaciones civiles o incluso penales.
Ejemplo real: la AEPD ha sancionado a academias que enviaban comunicaciones comerciales a alumnos sin su consentimiento, o a comunidades de vecinos que publicaban listas de morosos en tablones accesibles para todos los residentes.
En la práctica
Imaginemos tres situaciones distintas:
- Un comercio local: aunque tenga solo una base de datos de 200 personas para mandarles ofertas por WhatsApp, necesita el consentimiento expreso de esas personas y un sistema para retirar ese consentimiento en cualquier momento.
- Un despacho de abogados: maneja datos especialmente sensibles de sus clientes y debe asegurarse de que todos los documentos estén protegidos, tanto en papel como en formato digital.
- Una academia de inglés: al gestionar matrículas de alumnos menores de edad, debe extremar las precauciones e informar del tratamiento de los daos a los padres o tutores.
En todos los casos, la obligación de cumplir con la normativa es incuestionable.
Cumplir como oportunidad
Aunque a veces se percibe como una carga, el cumplimiento de la Ley de Protección de Datos también puede convertirse en una ventaja competitiva. Una empresa que gestiona la información de forma transparente y segura transmite confianza a sus clientes y demuestra profesionalidad.
Por eso, más allá de evitar sanciones, es importante entender que la protección de datos es un valor añadido en la relación con clientes, proveedores y empleados.
En definitiva, sí: es obligatorio cumplir con la Ley de Protección de Datos en España. No importa el tamaño de tu empresa ni el sector en el que trabajes. Lo que está en juego es la privacidad, la seguridad y la confianza de las personas.
En Microlab podemos ayudarte a analizar la situación de tu negocio, implementar las medidas necesarias y garantizar que tu actividad cumpla con la normativa, de forma práctica y adaptada a tus necesidades. Contacta con nosotros sin compromiso.
La identificación de los asistentes en las juntas de propietarios: equilibrio entre transparencia y protección de datos
La gestión de una comunidad de propietarios conlleva necesariamente el tratamiento de datos personales de sus comuneros. Entre los documentos que generan mayor debate desde la perspectiva de la protección de datos se encuentra el acta de la junta de propietarios, en la que se reflejan los acuerdos adoptados, la relación de asistentes y los propietarios representados. La cuestión se plantea cuando alguno de los comuneros solicita anonimizar o limitar la identificación de los asistentes, invocando su derecho a la privacidad.
Sin embargo, tanto la Ley de Propiedad Horizontal (LPH) como la normativa europea de protección de datos (RGPD) establecen que la inclusión de los nombres de los propietarios asistentes es un tratamiento lícito, aunque deben evitarse excesos que comprometan la confidencialidad de los datos.
Fundamento legal del tratamiento
El artículo 6.1.c del Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) determina que el tratamiento de datos personales será lícito cuando sea necesario para el cumplimiento de una obligación legal aplicable al responsable del tratamiento. En este caso, dicha obligación deriva del artículo 19 de la Ley de Propiedad Horizontal, que exige que las actas de las juntas incluyan:
“La relación de todos los asistentes y sus respectivos cargos, así como de los propietarios representados, con indicación, en todo caso, de sus cuotas de participación.”
Por tanto, la base legitimadora del tratamiento no se encuentra en el consentimiento del interesado, sino en el cumplimiento de una obligación legal. Esto excluye la posibilidad de ejercer el derecho de oposición del artículo 21 del RGPD, aplicable solo a tratamientos basados en el interés legítimo o en el cumplimiento de una misión de interés público, pero no cuando la base jurídica es una obligación legal.
En consecuencia, el tratamiento de los datos personales (nombre y apellidos del propietario, piso o local y cuota de participación) en el acta de la junta es lícito y acorde a la ley.
Alcance del tratamiento: qué datos pueden incluirse
La Agencia Española de Protección de Datos (AEPD), en su Guía para Administradores de Fincas, recuerda que la información que se refleje en las actas debe limitarse a la estrictamente necesaria para cumplir la finalidad legal de identificación y transparencia en la toma de decisiones. Así, resulta adecuado incluir:
- Nombre y apellidos del propietario o de su representante.
- Vivienda o local que representa.
- Cuota de participación, en su caso.
En cambio, no sería conforme al principio de minimización (art. 5.1.c RGPD) incluir datos ajenos a la finalidad del acta, como números de teléfono, direcciones personales, correos electrónicos o números de cuenta bancaria. La inclusión de estos datos constituiría un tratamiento excesivo y contrario a la normativa.
Acceso a las actas y deber de confidencialidad
Otro aspecto fundamental es la difusión de las actas. La AEPD señala que las actas deben ponerse a disposición únicamente de los propietarios, en cumplimiento de lo dispuesto en la Ley de Propiedad Horizontal. Cualquier comunicación o publicación de las actas fuera del ámbito de la comunidad (por ejemplo, en redes sociales o tablones accesibles a terceros) supondría una cesión ilícita de datos personales. La comunidad, como responsable del tratamiento, y el administrador de fincas, en su condición de encargado del tratamiento, deben garantizar que solo las personas legitimadas puedan acceder a la documentación, aplicando medidas de seguridad adecuadas según las recomendaciones de la Agencia Española de Protección de Datos.
Derechos de los interesados en el ámbito de la comunidad
Los propietarios conservan sus derechos de acceso, rectificación, supresión y limitación en relación con sus propios datos, pero deben ejercerse dentro de los límites derivados de la normativa de propiedad horizontal. Por ejemplo, no procede solicitar la supresión del nombre del acta, ya que constituye un dato necesario para cumplir la obligación legal del artículo 19 LPH.
En cambio, si se detecta un error en la identificación del propietario o en la vivienda representada, sí puede ejercerse el derecho de rectificación. Asimismo, la comunidad debe facilitar información sobre el tratamiento de datos a los comuneros, mediante cláusulas informativas incluidas en las convocatorias, actas o comunicaciones internas.
Para más detalles, puede consultarse la Guía de derechos de los interesados publicada por la AEPD.
Conclusión jurídica
La inclusión de los nombres y datos identificativos de los asistentes en las actas de las juntas de propietarios no vulnera la normativa de protección de datos, sino que constituye una obligación legal derivada de la LPH. No obstante, deben observarse los principios de minimización, confidencialidad y limitación de la finalidad, evitando incluir información innecesaria o difundir las actas fuera del ámbito de la comunidad.
La adecuada gestión de estos datos no solo garantiza el cumplimiento normativo, sino que refuerza la confianza y la transparencia entre los vecinos, objetivos esenciales en la convivencia comunitaria.
No pongas en riesgo la seguridad y privacidad de tu comunidad. Contáctanos y te ayudaremos a gestionar los datos de tus propietarios de forma legal y segura.
Qué dicen de nosotros
Microlab empresa de asesoramiento en Protección de Datos y Mantenimiento Informático
Desarrollamos nuestra actividad ofreciendo servicios de integración, consultoría, ingeniería y soporte de todo tipo de instalaciones informáticas y sistemas de protección.




















