El Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo ampara a un trabajador rumano que fue despedido por utilizar la cuenta de correo electrónico del trabajo con fines personales. La empresa, había supervisado y controlado la cuenta electrónica del trabajador sin haberle avisado de forma previa de la posibilidad de que su cuenta de correo fuese a ser vigilada.

Según el propio Tribunal, el hecho de que la empresa controlará las comunicaciones del empleado sin haberle informado previamente supuso la violación de su derecho a la intimidad de la vida privada y familiar y de la correspondencia, protegido por el art. 8 del Convenio Europeo de Derechos Humanos.

Esta sentencia se suma a la doctrina de la Agencia Española de Protección de Datos, la cual ya ha indicado en innumerables resoluciones la necesidad de informar previamente al trabajador de este hecho para poder vigilar su cuenta de correo electrónico sin vulnerar su derecho a la intimidad. De lo contrario, sufre el riesgo de no ser admitida como prueba en un juicio, al haber sido obtenida de manera ilegal. Esta y otras obligaciones referentes a la ley de protección de datos, las puedes encontrar en este artículo.

Control laboral: cómo aplicarlo correctamente

El Estatuto de los Trabajadores atribuye al empresario facultades específicas que posibilitan el control del desarrollo de la prestación laboral. No obstante, para controlar y auditar las herramientas informáticas puestas a disposición del trabajador, la empresa debe cumplir las siguientes claves:

• Debe ser proporcional: que alcance el objetivo propuesto sin que exista otra medida más moderada que sea igual de eficaz.
• No se deberán recabar más datos de los estrictamente necesarios para realizar el control.
• Los datos obtenidos a través del control no deberán ser utilizados con otras finalidades que no sean el propio control empresarial.
• Se deberá informar previamente al trabajador de la existencia de la medida de control, así como de su finalidad.

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