El derecho a la portabilidad de los datos es una de las novedades más destacadas que introdujo el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) en la legislación europea. Este derecho, recogido en el artículo 20 del RGPD, otorga a los ciudadanos el poder de controlar mejor sus datos personales, promoviendo la transparencia y facilitando la libertad de elección respecto a los servicios y plataformas que usan sus datos.

¿Qué es el derecho a la portabilidad de los datos?

La portabilidad de los datos es el derecho que tienen los individuos a recibir sus datos personales en un formato estructurado, de uso común y lectura mecánica, y de transmitir esos datos a otro responsable de tratamiento sin impedimentos. Este derecho aplica únicamente a datos que el usuario ha proporcionado directamente a un responsable de tratamiento, ya sea de manera activa (al llenar un formulario, por ejemplo) o pasiva (cuando la información se obtiene al utilizar un servicio).

El derecho a la portabilidad de los datos tiene dos partes fundamentales:

• Recibir los datos personales: Permite a las personas obtener sus datos personales en un formato que pueda reutilizarse o procesarse fácilmente, dándoles la posibilidad de guardarlos o hacer uso de ellos en otros contextos.
• Transmisión de los datos a otro responsable: Los individuos pueden solicitar que los datos personales que proporcionaron a una entidad se transfieran directamente a otra organización o servicio, siempre que sea técnicamente posible.

¿Cuándo aplica el derecho a la portabilidad?

Este derecho no es aplicable en todos los casos. Para que se ejercite por parte de los interesados, deben cumplirse ciertas condiciones:

• Tratamiento automatizado: El derecho a la portabilidad se aplica solo a los datos procesados mediante sistemas automatizados, no a los que se manejan manualmente.
• Consentimiento o contrato: Los datos deben haber sido proporcionados por el interesado y su tratamiento debe basarse en el consentimiento explícito del usuario o en un contrato.
• Datos proporcionados por el interesado: Este derecho solo cubre los datos proporcionados por el usuario y no aplica a información generada por el propio responsable a partir de dichos datos.

¿Cómo afecta este derecho a las empresas?

El RGPD permite a los clientes personas físicas solicitar la portabilidad de sus datos personales a otras empresas de la competencia, cuando se dan los siguientes requisitos:

• El cliente se trata de una persona física y no jurídica. El objetivo del RGPD es proteger los datos de las personas físicas. Por ende, este derecho no puede ser ejercido por una empresa u otra persona jurídica, ya sea del ámbito público o privado.
• El tratamiento se realiza de forma automatizada, es decir, los datos se encuentran digitalizados. Si los datos se tratan únicamente por medios no automatizados (en definitiva, en formato papel), no será de aplicación el derecho a la portabilidad.

El empresario tiene la obligación de responder siempre al interesado, ya sea de forma afirmativa o negativa, en un plazo no superior a treinta días. En caso de que la respuesta sea afirmativa, deberá de enviarse, además, la información del cliente a la empresa de la competencia escogida por este, en un formato estructurado y de fácil lectura que garantice la continuidad del servicio.

Este derecho favorece la competencia y movilidad de los datos, facilitado que los usuarios puedan cambiar de servicio o proveedor de manera sencilla, promoviendo un mercado más competitivo.

Si deseas saber más sobre cómo garantizar la portabilidad de los datos personales en tu empresa o necesitas ayuda para adaptarte a estos cambios, no dudes en ponerte en contacto con nosotros. En Microlab estamos listos para asesorarte y asegurarnos de que tu empresa cumpla con las mejores prácticas en la gestión de datos personales.