El contacto directo y la familiaridad que aportan las redes sociales han hecho que las empresas que utilicen esta herramienta como parte de su estrategia de marketing y atención al cliente.  El uso de redes sociales ofrece ventajas competitivas indiscutibles, pero también implica una gran responsabilidad en términos de privacidad.

Debido a que las redes sociales ofrecen canales directos para conectar con los consumidores y usuarios, estas implican importantes responsabilidades en materia de privacidad y protección de datos, que no siempre tienen presentes las empresas. Por esta razón, desde el departamento legal de MICROLAB hemos analizado las principales obligaciones que tienen las empresas durante el uso de las redes sociales con fines corporativos. Cumplir estas recomendaciones no solo evitará sanciones administrativas, sino que reforzará la confianza de los usuarios y la imagen de la empresa.

Consentimiento explícito

El tratamiento de datos realizado a través de las redes sociales se ve amparado por las condiciones legales aceptadas por los usuarios. Sin embargo, las empresas no pueden exportar los datos obtenidos de las redes sociales para fines como campañas de marketing personalizadas o análisis de comportamiento. Para estas finalidades, se debe contar con el consentimiento explícito del usuario.

Igualmente, para la publicación de imágenes en las redes sociales, ya sea de empleados o clientes, la empresa necesita el consentimiento previo de los interesados, que pueden retirar en cualquier momento.

Transparencia y derecho a la información

Las empresas deben informar de manera clara sobre cómo y para qué se van a usar los datos. Esto incluye detallar qué datos se recogen, con qué finalidad, durante cuánto tiempo se almacenarán y si serán compartidos con terceros. Por esta razón, es recomendable que el perfil profesional de la empresa en las distintas redes sociales cuente con un enlace a la política de privacidad de la empresa, que regule el tratamiento de los datos realizado a través de las redes.

Responsabilidad compartida

Al utilizar plataformas como Facebook, Instagram o LinkedIn, la empresa no solo interactúa con el usuario, sino también con el proveedor de la red social. Esto genera una doble responsabilidad en el tratamiento de datos. Por ejemplo; el administrador de una página de Facebook es también responsable del tratamiento de datos, junto con Meta. Esto implica que el responsable debe cumplir con la normativa de protección de datos y prever este tratamiento en el análisis de riesgos y en el registro de actividades del tratamiento de la empresa.

Derechos del usuario

Los usuarios tienen derechos como el acceso, rectificación, supresión (derecho al olvido), portabilidad y oposición al tratamiento de sus datos. Las empresas deben asegurarse de que los usuarios puedan ejercer estos derechos de forma sencilla, también cuando los datos se obtienen a través de redes sociales.

Publicidad segmentada

La publicidad dirigida en redes sociales, basada en perfiles de usuarios, está sujeta a estrictas normas del RGPD. Para ello, es crucial contar con una base legal válida, ya sea el consentimiento o el interés legítimo, y realizar evaluaciones de impacto si el tratamiento puede entrañar riesgos para los interesados.

El uso de redes sociales en la estrategia empresarial ofrece múltiples beneficios, pero también conlleva importantes obligaciones legales en materia de protección de datos. Desde la obtención del consentimiento hasta la responsabilidad compartida con las plataformas, cada acción debe estar respaldada por una gestión rigurosa y transparente de la información personal.

En definitiva, cumplir con el RGPD no solo evita sanciones, sino que también fortalece la imagen de la empresa y genera confianza entre los usuarios.

Si necesitas ayuda para adaptar el uso de tus redes sociales a la normativa vigente, en Microlab somos especialistas en privacidad y protección de datos. Contáctanos y te asesoraremos para que tu empresa cumpla con todas las garantías legales. ¡Estamos aquí para ayudarte!